Concentré, pues, mi caos mental vomitado en líneas y, con ello, no conseguí más que el reflejo de una mente perturbada que moría entre palabras.
lunes, 15 de diciembre de 2014
Y se sentó a ver su vida pasar... ¿Pero en qué se había convertido todo aquello a lo que consideraba vivir? Los lamentos llegaban de sus entrañas hasta lo más profundo de su alma, y pese a eso continuaba allí... viendo su vida pasar. El frío se filtraba a través de su pútrido corazón, y lo resquebrajaba poco a poco, hasta convertirlo en un témpano de hielo, donde el dolor era el huésped de las pesadillas y la tristeza se dejaba caer suavemente, fingiendo falso consuelo...
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