lunes, 17 de octubre de 2016

   -Este vacío pretende hospedarse -le dijo.
   -Pues no le dejes -respondió él, elevando sus gafas de cristales amarillos a lo largo del puente de su nariz.
   -Suena tan fácil cuando tú lo dices... Cuando tu voz lo dice. Pero está cargado de malas decisiones, o tal vez buenas, camufladas de dolor. Siento que el mundo acaba y el abismo está esperándome a  la vuelta de la esquina. Parece como si el universo entero se hubiese aliado para arrancarme del pecho todos los sentimientos positivos que tenía, y ahora aquí dentro no queda más que ese horrible vacío. No hay nadie a quién le importe de verdad ahí fuera, nadie excepto él, y yo misma he decidido quemar ese puente. Estoy sola papá, ¿Cómo le hago frente a los demonios si no hay nadie que me guíe, si no hay nadie a quien aferrarme para hacerles frente?...