martes, 3 de enero de 2017

Ella era el monstruo de cada una de sus pesadillas, y a veces no importaba. No importaba lo que pudiese sentir, las razones que le habían llevado a vestir aquel saco de oscuridad, solo que ella debía ser el monstruo y el verdugo; ella debía asesinar a aquella bestia antes de que se comiese todo lo que era, antes de convertirse en aquello que vestía, antes de empezar a creer en lo más profundo de su ser que ella era aquel monstruo del que todos hablaban...