domingo, 8 de enero de 2023

Intensa.

Supongo que me cuesta mucho confiar en las personas. Me entran de manera distinta, no porque me caigan mejor ni peor... sino cuando atisbo su dolor. 

Creo conexiones con personas rotas, porque, desde que tengo recuerdo, soy una de ellas.

Me esfuerzo en conocerlas, en saber de su dolor, sus traumas, sus momentos de debilidad y aquellos otros que les hacen felices, me gusta escucharlas y sentir que, de alguna manera, puedo ayudar a mitigar esa pena.

Supongo que ese siempre va a ser mi error, creerme con la capacidad de salvar incluso a aquellos que no quieren ser salvados, tener esa necesidad imperiosa de sacarles del pozo... Tal vez porque estuve tanto tiempo sola, en ese mismo pozo, esperando a que alguien me salvase, que no puedo obviarlo... 

Para cuando quiero darme cuenta, ya es tarde, porque mi corazón arde y yo ardo con él. Lo siento, siento el lugar que ocupa en mi pecho, siento los latidos y eso intensifica mis emociones.

Y... siempre que mi corazón arde, me gustaría no ser yo. 

Me gustaría poder apagarlo, hacer que se calme... Me gustaría poder obviar lo que sucede y dejar la mente en blanco, que mi cabeza no contase todas las posibilidades habidas y por haber. Me gustaría poder desentenderme de mis sentimientos en ese momento, hacer caso a la parte racional que me dice, a gritos, que la magnitud con la que experimento el momento no lo es todo, que ese instante en que mis sentimientos entran en desarmonía con mis objetivos, forma parte de mí, pero no es el fin del mundo.

Doy gracias a tener una parte analítica dentro de mi dualidad, esa parte que es capaz de mirar mis acciones con criterio y gritarle a mis impulsos, que consigue acallar parte de mi intensidad y refrenarme. Sin ella, estaría perdida en una marea de sentimientos inestables y de idealizaciones, que bien sabe mi parte racional, forman parte de mi cabeza.

Para mí es complicado, en esto también soy una trapecista. Me mantengo en la línea entre empatizar, entendiendo lo que los demás necesitan y darle lugar a mis propias necesidades.

A veces, me gustaría ser puro raciocinio. Apagar del todo mi interior y conseguir que las cosas me importen menos... que las personas con las que conecto me importen menos.

Porque es una putada.... es una putada que te importe alguien y tengas que echar agua al fuego porque sabes que no es su momento. 


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