viernes, 22 de diciembre de 2023

La guerra.

Como polilla a la luz. Como polilla a las llamas.

Así son los pensamientos. Enrevesados. Duales. Efervescentes.

¿Dónde está la línea entre lo que proyectamos y lo que habita en las sórdidas tinieblas?

Es complejo, claro, porque somos ambivalentes. Porque los sentimientos, las sensaciones, las cavilaciones... nada de ello se rige por valores fijos, todo se mueve en un círculo cromático que abarca más escalas de las que tenemos propiamente consciencia.

Podría decirse que todo ha vuelto a estallar, esta vez porque, desde la distancia, veo claro. Así funciona, ¿no? De esa manera revientan las burbujas.

Supongo que yo tengo ese rol. El de llenar vacíos, porque yo tengo esa llama crepitando en mi interior. Esa que nunca va a apagarse aunque me incinere sola. Así me crie, así seguiré siendo.

Siempre tuve el temor de ver la incongruencia en ti. Ahora, sólo la veo reafirmarse y es una putada. Es una verdadera putada. 

Ahora, el temor prevalece a la ausencia. Ahora he cerrado la puerta del todo, para que nadie más cree un hueco, porque este duele más de lo que imaginaba.

A días eres la estela de un fantasma, otros, un cuchillo en las costillas. Otros, dramáticamente, borraría este tiempo, porque me siento vulgar, pero sé que es el cenit de los sentimientos. Supongo que ahora sé que ese pedestal nunca ha existido, porque tú no has sido diferente en eso de vanagloriarte en palabras bonitas que se tornan blasfemas cuando la realidad asoma las orejas.

Espero, realmente, que yo haya sido una estela, tal como lo veo ahora. Una de esas reemplazables, como un capricho. Tú vas a ser otra ausencia, de las que sé que no vuelven, cuyo rastro tienes que ir borrando hasta los huesos para reconstruir la carne. De las que no quieres que vuelvan, porque ya no te las crees.

Un suspiro en medio del fuego. Una árida bocanada que quema los pulmones y te recuerda qué es la humanidad. Tan sórdida, tan putativa, claro está, sin serlo. 

Pero bueno, esto es solo un quemazón en los intestinos. Un golpe de realidad en medio de la desidia. Un paliativo en esa guerra.

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