lunes, 2 de junio de 2025

La intensidad.

Este estupor me recorre las entrañas. El flujo de los sentimientos toca cada hebra con que está tejida mi piel.

A veces, quiero salir corriendo de estas vorágines, hasta que vuelvo a descubrir lo hermosa que es la intensidad amparando como un abrigo... a veces tosco, a veces suave, a veces cálido, otras tan frío...

Me pregunto qué es de las personas que no pueden abrazar estas corrientes... si todo esto lo sustituye el vacío o la simpleza ruidosa de otras ocupaciones.

A veces, me compadezco hasta que contemplo el brillo de mis ojos tras mi reflejo, hasta que veo mi inmensa sombra bañada por un nuevo sol y, echando la vista atrás, veo la ausencia de sus sombras en la oscura caverna, ¿cómo podría vivir así? Ni siquiera soy capaz de imaginarlo.

Cuando puedo contemplar el sentir de otras personas, es una caricia en el alma... es hermoso ver que todavía hay gente sin miedo a vivir.

Hoy, una de mis mejores amigas me ha explicado sus sentimientos, rompiendo el hielo con un "sé que solo lo vas a entender tú", ¿puede haber algo más hermoso que brillar en la intensidad de otra persona?

Ayer, el mundo era insulso, y me carcomía en el dolor de otra punzada de tristeza, hoy, puedo ver la belleza brillar a través de los sentimientos de los demás... joder, qué hermosa es la intensidad.

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