domingo, 13 de noviembre de 2022

Día 4: Vacío.

 He vuelto a soñar que no te habías muerto. Esta noche ha sido la segunda.

Cuando abro los ojos, me espera el inmenso vacío de saber que era un sueño que, realmente, no estas a mi lado.

Tus hermanos también saben que no estás... Artemisa se pasa el día conmigo, me acompaña cuando lloro. Merlín está más alterado, como si ya nadie le transmitiese calma, y Oniria... ella ya no quiere pisar el comedor para dormir, ya no se queja cuando la encierro conmigo en el cuarto.

Recogí tus cosas para donarlas, para no tener que verlas, aún así, siempre aparece algo tuyo en algún rincón, como si Andrómeda tampoco se quisiese hacer a la idea de tener que dejarte ir.

Hoy he dormido hasta tarde, no quería enfrentarme a la realidad. 

Cuando me levanto, no sé qué hacer, no hay nada que me suscite el menor interés, ni siquiera me apetece hablar con nadie, soy incapaz de sentir más ausencia que la tuya. Has conseguido que el resto del mundo no importe, que el resto de dolores no existan. 

Aquí dentro solo habita el vacío que tú has dejado, no hay hueco para nada más...

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