martes, 15 de noviembre de 2022

Día 6: Apatía.

 Me siento tan vacía por dentro... como si, de alguna manera, tu marcha se hubiese llevado todo mi interior.

No me reconozco a mí misma, ya nada se me antoja como antes.

Mi cometido, durante estos seis días, ha sido dejar la mente en blanco, evitar que tu recuerdo me despedace cada vez que veo tu carita. 

Supongo que llevo toda la semana preparándome para mañana...  he conseguido entrar en un estado de apatía absoluta.

Mañana es tu incineración... 

Sé que, si voy, esa imagen va a perturbar mi mente de por vida, pero también sé que, si no voy, jamás podré perdonarme haberte dejado solo en el último momento. 

Soy lo suficientemente consciente de mí misma como para saber que me dolería más abandonarte por no haber sido fuerte a tener otro trauma más en mi conciencia a, de alguna manera, sentir que si no estoy vas a sentirte solo... aunque ya no quede ningún resquicio de ti en ese cuerpo.

Así que, mañana nos volveremos a encontrar; dos cascarones vacíos. Tu cuerpo inerte y el mío vacío, tu ausencia y mi apatía.

Serás cenizas entre mis manos; el último tramo del recorrido.

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